¿Piensas invertir en gulupa? Es un cultivo exigente, pero vale la pena porque tiene buen retorno
La gulupa es una fruta que le apunta a la exportación porque es muy atractiva para los mercados internacionales, aún así es un cultivo riesgoso por los problemas fitosanitarios que puede llegar a tener. ¡Con un manejo cuidadoso logra generar buen retorno a los productores!
Es necesario tener en cuenta que en los cultivos de esta fruta de la pasión se puede presentar virosis, el fusarium y la roña. La clave es el manejo de poda en las plantaciones, instalarlos de forma escalonada y plantar uno nuevo cada dos, tres o cuatro meses, según las necesidades porque cuando las pasifloras están llenas y cargadas, se puede frenar su crecimiento y se debe realizar la cosecha para renovar los brotes e iniciar un nuevo ciclo.
Después de sembrada la planta, la producción se da ocho meses después y se logra cosechar fruta hasta durante tres meses. El segundo año se pueden sacar dos cosechas , igual que al tercer año. Luego se puede aprovechar el entable que ya se tiene para volver a sembrar, pero en caso de tener problemas de virosis, se deberá trasladar el cultivo a otra zona.
Ahora miremos la rentabilidad: la gulupa tiene nueve meses del año en los que se vende a muy buen precio en Europa y tres y medio que no (junio, julio, agosto y una parte de septiembre que bajan hasta $4.500 kg, mientras que en los demás puede alcanzar hasta $6.000 kg.
Podemos ver entonces los frutos que da la gulupa aunque sea compleja de manejar, inclusive en la cosecha porque se debe recoger de dos a tres veces a la semana e implica un proceso delicado (cogerla, cortarla con delicadeza, ponerla en un balde, vaciarla a una canastilla y enviarla a la planta empacadora porque al día siguiente debe iniciar la cadena de frío para entregarla a los mercados internacionales en las condiciones que requieren)
Siendo así te podemos decir que es un reto que vale la pena y que en equipo podemos lograr.
Fuente: redagrícola